All these places have their moment
“Cuando, de un viejo pasado, nada sobrevive, después de la muerte de los seres, después de la destrucción de las cosas, solas, más frágiles, pero más vivaces, más inmateriales, más persistentes, más fieles, el olor y el sabor quedan todavía mucho tiempo, como almas […]”
Marcel Proust, En busca del tiempo perdido.
¿Qué vemos en los ojos cansados de una abuela que pasa la tarde en la avenida de la Diagonal? Que se sienta en el banco, que está ahí y está muy lejos a la vez, en el comedor de una casa donde ha vivido, donde ha visto nacer a unos hijos, donde se ha despedido de unos padres.
El recuerdo se presenta y vive donde desde fuera no se puede percibir.
Esta pieza quiere dar lugar y espacio a esa vida interior, intangible, que llamamos recuerdo; quiere mostrar los objetos desenfadados, llenos de la experiencia y la vida propia que los atraviesa.
La pieza se abre con el canto en directo del personaje principal, dando alma a un espacio vacío, fantasmagórico.
Intenta mostrar la absurdidad de creer en un presente inteligible, cuando la realidad está hecha de fragmentos, de desorden, del caos de un pasado que se nos escapa pero que nos caracteriza. Así como caracteriza todos estos objetos de lo cotidiano, esos mismos que nos rodean y traen como seres, unas vivencias que son las nuestras.
Presentan este trabajo cuatro jóvenes bailarines llenos de ambición, de orígenes eclécticos (danza contemporánea, breakdance, acrobacia, ballet, teatro y canto), formados en Sead.
Gloria en la vida donde permanece.
Ficha artística
Dirección: Patricia Hastewell Puig
Intérpretes: Alexandros Anastasiadis/Greco, Giulia Tornarolli, Luis García/Fruta, Patricia Hastewell Puig
Iluminación: Barnaby Booth
Duración: 40 minutos